15/2/13

La Bauhaus, algo más que una escuela.



Los antecedentes de la escuela proceden del siglo XIX teniendo capital importancia las consecuencias que la industrialización tuvo en el proceso productivo de los artesanos de la clase obrera, iniciado en Inglaterra. Este progreso tecnológico produjo un cambio en la sociedad, proletarizando amplios sectores de la población. Puesto que racionalizó y abarató la producción de bienes. Inglaterra se alzó como primera potencia industrializada ya que, en las grandes exposiciones universales en que se exhibían los avances técnicos y culturales, los ingleses iban en cabeza. Reformando los procesos educativos para artesanos en las academias. Los alumnos tenían que diseñar sus propios modelos en lugar de copiar modelos dados. Talleres “Morris” representaban la utopía realizada, promovido por fuertes intereses económicos que respaldaban la reforma educativa con el objeto de mantener el liderazgo inglés en las artes y oficios. En los años siguientes se irían creando numerosos gremios de artesanos que, además, eran comunas. Lograr una cultura del pueblo y para el pueblo fue el desafío de todos los movimientos culturales innovadores apadrinando esta idea la fundación de la Bauhaus. Hasta la década de los noventa no ganó en Alemania terreno un nuevo empuje renovador importado de Inglaterra a través de Bélgica. Con él se introdujo el modernismo que después dominaría Europa. La Staatliches Bauhaus fue fundada por Walter Gropius, se basaba en la idea de una reforma en las enseñanzas artísticas como base para la transformación social necesaria en la época, de acuerdo con la ideología socialista de su creador. Se distinguen tres fases; la primera, idealista y romántica; la segunda mucho más racionalista y la tercera, en la que alcanzó un mayor reconocimiento, donde, ya en manos de Ludwig Mies Van Der Rohe, se traslada a Berlín y cambia la orientación de su programa.


En la primera época, que comprende los años 1919 a 1923, Walter Gropius creó, uniendo las escuelas de artes con la de artes aplicadas, la primera escuela de diseño. Plasmando en el manifiesto fundacional su declaración de intenciones mientras definía los objetivos de la escuela: “La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes, e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público” para, de este modo, poder abandonar el subsidio del Estado independizándose. Los estudiantes salían bien formados de la escuela puesto que aprendían a dibujar, modelar, fotografiar o diseñar muebles. La escuela, no en vano, disponía de talleres de ebanistería, diseño, teatro, cerámica, tejido, encuadernación, vidriería. Pero no de pintura y escultura en el sentido tradicional de los términos. El taller de teatro, dirigido por Oskar Schlemmer, era muy importante en el programa de la escuela por su naturaleza social que combinaba diversos medios de expresión. El diseño de decorados y vestuarios, entre otras actividades, formaban parte de las prácticas de los alumnos. Fueron famosas las obras de Schlemmer, como el Ballet Triádico, obra que se estrenó en el teatro de Stuttgart.


Durante esta primera época destacó Paul Klee, que llegó a la escuela en 1.920. Persona muy culta, violinista y pintor notable y muy interesado en los problemas teóricos del arte. Desarrolló su actividad en el taller de tejidos, dando clase de composición. Basándose en las formas elementales de las que, según el propio Klee, derivaban todas las demás. Por lo que el arte debía descubrirlas, desvelarlas y hacerlas visibles. Preparaba minuciosamente las clases en unos cuadernos que, posteriormente, fueron recopilados en un libro. Tuvo también capital importancia la llegada de Kandinsky, quién apareció en la escuela en 1.922, habiendo participado en las reformas educativas de la revolución rusa, fundando varias escuelas. Cuando la revolución tuvo dificultades y comenzaron las disputas y purgas políticas, Kandinsky decidió trasladarse a la Bauhaus. Su prestigio era enorme tras la publicación de ”De lo espiritual en el arte” en 1.911 y sus primeras obras abstractas de 1.910. Sustituyó a Schlemmer en el taller de pintura mural y dio clases con Klee en el curso de diseño básico. Su mente teórica fue decisiva para iniciar el camino a un arte más intelectual y razonado, donde se utilizaría el alma del objeto para esculpirla con rasgos abstractos. La primera etapa de la Bauhaus, por lo tanto, se puede sintetizar como una fase de experimentación de formas, productos y diseños y de educadores de diseño. Esta primera época finaliza con el cambio de sede provocado por la gran depresión, estrenando en 1.925 la sede de Dessau.


La segunda época, comprende el período 1.923 a 1.925. En 1.923 Theo van Doesburg, que fundó en los Países Bajos el neoplasticismo y fue pintor, arquitecto y teórico, publicaría la revista De Stijl en Weimar, ejerciendo una influencia decisiva en estudiantes y en el propio Gropius, de modo que llevaría la escuela a un rumbo distinto. A partir de entonces, se sustituirá la anterior tendencia expresionista por la Nueva Objetividad, un estilo también expresionista de pintura caracterizado por la sobriedad que se imponía en Alemania. La incorporación a la Bauhaus de László Moholy-Nagy, un artista muy cercano a Van Doesburg, supuso la introducción en la escuela de las ideas del constructivismo ruso de El Lissitsky y Tatlin, que abogaban por un arte comunal, basado en la idea y no en la inspiración. De esta época datan algunos de los más importantes escritos de la escuela en el ámbito pictórico. Así, Klee escribe “Vías del estudio de la Naturaleza” y “Cuadernos de bocetos pedagógicos” e imparte en la Asociación de Arte de Jena la conferencia “El arte moderno”. Por su parte, Kandinsky publica “Punto y línea sobre el plano” como el número 9 dela serie de la Bauhaus.


La tercera época comprenderá los años 1.925 a 1.933. László Moholy-Nagy abandonará la escuela tras cinco años de docente. Decisión tomada ante la presión ejercida por el grupo de alumnos y docentes de tendencia comunista. En 1.933 el partido nazi decide cerrar la escuela por lo que Ludwig Mies Van Der Rohe trasladará su sede a Berlín con fondos ganados de la ilegalidad del cierre de contratos.


Tras 1.933 gran parte de los integrantes de la escuela van a EEUU donde se desarrolló una continuación hasta la Guerra Fría. En 1.951, el arquitecto y escultor suizo Max Bill, siguiendo los lineamientos de la original fundará en Ulm (República Federal Alemana) La Hochschule für Gestaltung (Escuela superior de proyectación), recuperando el nombre de Bauhaus o, para diferenciarla, tomando el de Neues Bauhaus, de la que fue director entre 1.954 y 1.966 el pintor y diseñador argentino Tomás Maldonado, quién enfatizó aún más el carácter científico y racionalista aplicado al arte.


La Bauhaus sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico. Hay quien considera que, antes de la fundación de esta escuela, éstas dos profesiones no existían tal y como fueron concebidas dentro de la escuela. Estableció, además, los fundamentos académicos sobre los que se basan, en gran medida, las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura Moderna, incorporando una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde la silla en la que está sentado hasta la página que está leyendo.  Dada su importancia, en 1.996 las obras de la Bauhaus en Weimar y Dessau fueron declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

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