Para estar a la moda no
aguante la puerta del portal. Tampoco la sujete para que pase delante una mujer
o un anciano. Ni ceda el asiento en el tren a personas mayores o a una mujer
que esté de pie. Ni a embarazadas, ni, obviamente, a embarazadísimas tampoco.
No sea débil. Cuando vea a un vecino por la calle, no esbozará sonrisa alguna
ni le saludará. Si llueve y usted lleva paraguas. La moda es evitar, incluso a
varillazo limpio, que otro alcance un sitio donde cobijarse, sea cornisa o
portal. Su objetivo es que se empape. Si además el otro no lleva paraguas será más
divertido aún. Tampoco vaya a utilizar un cuchillo y un tenedor correctamente.
Tiene que parecer un asesino de película de serie B cuya víctima es un
solomillo al cabrales. No se le ocurra entrar en una tienda y decir “por favor”
al pedir algo o “Adiós, buenos días” al despedirse. Ni saludar al tendero. Solo
faltaría.
Recuerde que, debe
desviar la mirada cuando se cruza con alguien conocido, aunque sea de su
familia, y gruñir a modo de saludo. Deberá, al entrar en cualquier transporte
público, ir corriendo y sentarse raudo. Queden o no ancianos, chicas, señoras o
mujeres embarazadísimas de pie. No desvíe la atención de su objetivo. Es su
mantra desde hoy: “el objetivo es estar a la moda” Repítalo, sin desmayo, una y
otra vez.
No olvide que debe
colarse en cualquier lugar y después largarse lo más altivo y desafiante
posible. Soltará la puerta del portal cuando vea llegar algún vecino cargado
como una mula. Tendrá que colarse en el ascensor. Para lo cual es mejor mientras
alguien lo sujeta. Usted dé a su piso y deje con un palmo de narices al vecino
de turno.
Grábese en la memoria
que tiene que comer como un oso pardo. Porque, si está en un restaurante e intenta
comer correctamente, habrá quien le señalará. Dirá alguna gracia al comensal de
al lado y se reirá de usted. Probablemente le caerá comida de la boca. Le parecerá
una guarrería al principio, pero él está de moda y usted no. Hágalo cuando vaya
por ahí a cenar. Repítalo hasta que lo automatice.
El paroxismo llega
desde su vehículo. Olvide las normas. Se colará siempre al aparcar y meterá el
morro al de delante pitando y dando las largas. Seguramente le gritarán, insultarán
y gesticularán. Hágalo, sin miedo, usted también.
Irá con el móvil en la
mano. La música a todo trapo y sin auriculares. Así, además de ir a la moda,
molestará. Pero debe aprender “net-etiqueta” para usar redes sociales. Así el
resto de usuarios no dejarán de seguirle ni asaltarán su “time line” poniéndole
a caer de un mega. Ah, y olvide cuánto haya estudiado en bachillerato porque,
para estar de moda, ha de ser un completo ignorante. Compruébelo viendo concursos
de televisión.
Si sigue estos consejos
estará a la última en quince días. Si no, seguirá siendo un ciudadano
anticuado, apolillado y obsoleto. Le rechazarán y quedará apartado y seguirá
sin tener vida social. Quien avisa no es traidor.
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