Volviendo
la vista atrás, comprobamos que, tanto Felipe González como José María
Aznar, han tenido que buscar, para poder gobernar, alianzas o
coaliciones con otras formaciones políticas.
Sin
ir más lejos, los populares pagaron el tributo político de tener que
dar una cartera ministerial a Josep Piqué, por poner un ejemplo, para
que la pinza de gobierno que ejercía CiU le fuese favorable. Aunque
también están Borrell y otros. Pues bien, aquéllas pinzas de gobierno se
han establecido con estos partidos que, como hemos visto de manera
palmaria en las últimas intervenciones de Artur Mas, la política
nacional no les interesa en absoluto. Ya que, cuando Rubalcaba, acertada
o desacertadamente (que eso es otro tema), buscaba adeptos para
interponer una moción de censura contra el gobierno popular por el caso
Bárcenas, los catalanes han dicho que quizá apoyaran la moción si a
ellos les garantizasen conseguir su derecho a decidir la independencia.
Es
decir, utilizan la fórmula de: “llámame perro judío pero dame lo que
quiero y te daré lo que necesitas” Dicho de otro modo, el famoso quid
pro quo que Hannibal Lecter le decía a Clarice Starling para obtener
información mutua. Es decir, por el interés mutuo nos queremos a rabiar.
Un quid pro quo, digo, con el que Jordi Pujol consiguió ser considerado
grande de España (pueden hacer un recorrido por la hemeroteca y ver las
portadas de todos los periódicos españoles) importándole un mojón
España. Pero todo ello lo obtuvo al conseguir ser pinza de gobierno
tanto para socialistas como para los populares, durante más de veinte
años. Por el interés te quiero Andrés, y, el interés de ambos partidos
es de tener un socio de gobierno que les permita acceder al gobierno de
España en caso de fragilidad democrática. Pero, si analizásemos otras
pinzas de gobierno, como ha sido la establecida con el PNV, vemos que a
esta formación, la política nacional también se la trae al pairo y que
la mayor ambición de sus lehendakaris es conseguir ser para el País
Vasco lo que supuso Pujol para Cataluña.
¿Por
qué los presidentes autonómicos debaten sus intereses en el Congreso si
es el Senado el lugar donde se tratan las problemáticas de las
comunidades autónomas? Donde, teóricamente, se resuelven los conflictos y
toda la parafernalia, de las comunidades autónomas es ahí, entonces ese
sería su lugar ¿no? De otro modo se estaría dando una importancia mayor
a unas comunidades autónomas en detrimento de otras, vulnerando lo que
propugna la Constitución, supuesta norma suprema española, en su
artículo 2 del título preliminar, cuando menciona aquello de “…garantiza
el derecho a su autonomía de las nacionalidades y regiones que la
integran y la solidaridad entre todas ellas” Puesto que, si son partidos
con un interés comunitario no entiendo que debatan en el Congreso de
los Diputados.
La única razón para que estos partidos, que yo llamo comunitarios o regionales, participen de la política nacional, es la necesidad de PP y PSOE de tener un socio de gobierno en la recámara para cuando convenga. Aún a costa del interés público nacional. El único interés que les importa es el propio y, cuando les llevan al gobierno, el de sus socios, claro. Luego se quejan del poder que han obtenido esos partidos no nacionales. Pero es el poder que ellos mismos les han otorgado históricamente para obtener su propio beneficio y perpetuarse en el poder. De modo que así, nacionales y nacionalistas, obtienen lo que quieren a costa de las necesidades de los ciudadanos, de todos los ciudadanos. Otra muestra más de cómo todos estos partidos se han pasado la carta magna por el forro, en su propio beneficio.
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